TELÉFONO: 231- 3134, 231-0389 (Recepción)
La Pastoral Educativa del Colegio Nuestra Señora de Lourdes se basa en tres aspectos que dan identidad al Instituto de (R.O.D.A) Religiosas Oblatas al Divino Amor con los que se pretende que nuestra educación lleve el sello que da identidad a lo que hacemos, el espíritu y carisma congregacional, que el Amor, Uno y Trino sea nuestro norte y nuestra camino, el fundamento de nuestra vida y obra; que la persona sea el centro del ser y hacer educativo; que el Evangelio sea la luz que guie nuestro camino de nuestra enseñanza para poder así instaurar un Reino de Amor que no es otro más que el Reino de Dios.
La Pastoral Educativa es un medio para llevar almas a Dios, teniendo como centro el Carisma y la Espiritualidad de las (R.O.D.A.) Religiosas Oblatas al Divino Amor, es decir, vivenciando el Amor y la Oblación en todas las actividades de la Institución y profundizando en la Adoración, la Reparación y el Apostolado que tiene como fin principal “Promover la Mayor gloria de Dios”.
El Amor para las R.O.D.A. nace de la experiencia del Amor Trinitario el cual es “el motor, el principio, el centro y el fin de nuestra existencia”. Oblación significa ofrenda, inmolación, víctima, es decir, completamente donada al amor y al servicio de Dios Santo Trino y Uno. La Adoración a Jesús Eucaristía es parte esencial del carisma oblato porque de Él se recibe la fuerza y la luz para cumplir esta misión educativa a la vez que se renueva la convicción como enseña Madre Margarita al expresar “Oh Jesús hazme un alma adoradora en espíritu y verdad”.
Reparación es reconocer que se ha fallado y se ha lastimado el Corazón amoroso de Jesús, la persona Oblata está llamada a tener un acto de amor reparando por sus pecados y los del mundo entero. Este espíritu de reparación o enmienda hacen que todos se sientan comprometidos a orar por la Iglesia y sus miembros para ser uno en Cristo, desde su oración, acción, sacrificio, aceptación amorosa de la Voluntad Divina, es decir, donándose totalmente.
El Apostolado o Misión de la congregación R.O.D.A. es vivenciar en la vida diaria el amor, la oblación, la reparación y especialmente como enseñó la Venerable Madre Margarita Diomira Crispi en sus escritos “hacer conocer el amor, adorarlo, darle gracias, inmolarse por Él, repara al Amor; he aquí, nuestro particular apostolado”.
El Apostolado también se refiere a la oración que es vida, que es permanente comunicación con Dios desde el quehacer del día a día, en cada responsabilidad asumida como educadores y formadores.
La pastoral educativa inicia desde lo más sagrado que es la persona humana, creada por el Padre Dios a su imagen y semejanza (Génesis 1, 26-27), teniendo todo el cuidado de formarlo integralmente, desarrollando “armónicamente sus capacidades físicas, morales e intelectuales; haciéndolo capaz de asumir su propia responsabilidad en la sociedad, para conseguir con eficacia el bien de la ciudad terrestre y prepararlo para servir a la difusión del Reino de Dios”. Es formar en valores por medio de la sana convivencia entre todos animando a superar los momentos de crisis a nivel personal, familiar, económico y social, tan común en la actualidad y en este contexto educativo. También que se reconozcan hijos de Dios y amados por Él, con dignidad y con capacidades de amar, perdonar, volver a empezar potenciando sus habilidades, competencias, inteligencias y demás dones que el Señor les ha dado, y así ponerlos al servicio de la sociedad.
Las Religiosas Oblatas al Divino Amor consideran el Colegio como un “lugar privilegiado de evangelización, en los cuales el testimonio y la enseñanza son los transmisores eficaces de cultura y sobre todo del mensaje de Cristo, Maestro por excelencia” (EL APOSTOLADO EDUCATIVO, 1995, pág. 47 N. 79, R.O.D.A.) y también consideran “como apostolado especial, dar a conocer a Cristo, adorarlo, darle gracias, reparar e inmolarnos por Él. A tal fin, incrementamos en nuestra misión educativa el amor y el culto al Sagrado Corazón, especialmente en la Sagrada Eucaristía” (EL APOSTOLADO EDUCATIVO, 1995, pág. 48 N. 83, R.O.D.A.).